Una escapada. Un Kit-Kat. Un paréntesis. Sí, hombre, ¡unas mini-vacaciones bien merecidas!
Eso tan necesario que nos animó a montar este hotelito en la Costa Brava hace exactamente ocho años, eso de lo que jamás hubiéramos pensado que se podría prescindir, ha dejado de importar.
Qué curiosa e inesperada es a veces la vida.
Pero por muy mal que nos sepa y por muy fuerte que vaya a ser este golpe, pues al fin y al cabo somos un pequeño hotel independiente de 12 habitaciones que vive y sobrevive gracias a sus huéspedes, ahora no es momento de pensar en nosotros.
Ahora, es momento de estar a lo que hay que estar. Ni escapadas, ni viajes, ni hoteles, ni nada de nada.
Ahora es momento de cuidarse y quererse más que nunca.
Hay que estar en casa, hay que respetar las normas y dejarse las manos rojas de aplaudir a las 20h de la tarde.
Cuesta, es cierto, pero hay que hacerlo. Y lo decimos nosotros, que hace sólo una semana que el Cluc está cerrado y ya nos parece que llevamos un siglo sin veros.
Cuidémonos mucho, familia, que así nos veremos antes.